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¿Sabes cuándo y cómo morirá el Sol? ¿Y que tenemos una sonda de la NASA rozando su atmósfera? ¿Cuánto tarda en llegarnos su luz? Podríamos contarte cientos de curiosidades del Sol, pero aquí te vamos a explicar cinco historias curiosas que te pueden dejar todo el día dándole vueltas a la cabeza.
Así es el Sol
Seguramente ya sabrás que el Sol es una enana amarilla, como aproximadamente el 10% de las estrellas de nuestra galaxia, y está compuesta de gas: 91% hidrógeno y 9% helio. En comparación con los cientos de miles de millones de estrellas que tiene alrededor (se calcula que entre 200.000 y 400.000 millones), el Sol es relativamente pequeño y se cree que está a una distancia entre 24.000 y 30.000 años luz del centro de la Vía Láctea. Por cierto, este centro es un agujero negro supermasivo.
Aunque abundan las películas de ciencia-ficción en las que el Sol y la radiación se vuelven letales, en realidad el Sol es fuente de vida. Gracias a él es posible la fotosíntesis, uno de los procesos necesarios para que funcione el engranaje de la vida en nuestro planeta. La fotosíntesis permite que existan las especies que se encuentran en la base de la cadena trófica y que “se alimentan de sol”: transforman la energía lumínica en energía química. Y aquí empieza la cadena por la que unas especies sirven de alimento y energía a otras. En definitiva, el ciclo de la vida, como en El Rey León (volviendo a las películas).
¿Quieres ir más atrás y saber de dónde viene esta energía lumínica que da lugar a la vida en la Tierra? Pues de la fusión nuclear que se produce en el Sol. En nuestra estrella cada segundo se transforman 700 millones de toneladas de hidrógeno en helio, lo que provoca que cinco millones de toneladas de materia se transformen en energía química. Y eso ocurre cada segundo. Sí, da vértigo pensarlo. Si quieres, también te contamos cómo funcionan las placas solares para aprovechar esta energía que nos llega del Sol.
Se creía que estaba aquí al lado
Es lógico que el astro rey haya traído de cabeza a la humanidad y su curiosidad desde el principio de los tiempos. El primero que se atrevió a calcular su tamaño y distancia fue Aristarco de Samos en el siglo III antes de Cristo. Mediante la observación y medición de los ángulos respecto a la Luna llegó a la conclusión de que el Sol estaba 20 veces más lejos de la Tierra que la Luna y que su diámetro medía al menos 7 veces más que el de la Tierra.
Hoy sabemos que en realidad se encuentra 400 veces más lejos que la Luna y que su diámetro es 109 veces más grande que el de nuestro planeta. ¿Quieres intentar imaginar cuánto es esto? Pues ahí va: el Sol se encuentra a casi 150 millones de kilómetros de nosotros, su luz tarda en llegarnos 8 minutos y 19 segundos de media y dentro del Sol cabrían un millón de Tierras.
Eso sí, aunque Aristarco se quedó muy corto en sus cálculos, fue el primero en sugerir que no era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra, sino al revés. Tuvieron que pasar 17 siglos más hasta que Copérnico desarrollara esta idea, la teoría heliocéntrica, en su famosa obra “Sobre las revoluciones de las esferas celestes”, considerada el origen de la astronomía moderna.
El Sol también se mueve
Ya hace siglos que la gran mayoría sabemos que la Tierra es redonda (pese a algunas teorías extrañas que aún circulan) y gira alrededor del Sol. Y que, a su vez, el Sol también gira sobre su eje y orbita alrededor del centro de la Vía Láctea, el agujero negro del que hablamos antes.
Pero ¿te imaginas a qué velocidad viaja el Sol? Pues de media a unos 220 kilómetros por segundo (la Tierra lo hace a 29,8 km/s). Y, aún a esa velocidad, nuestra estrella tarda aproximadamente 225-250 millones de años en recorrer una órbita completa alrededor del centro de la galaxia. Llegados a este punto, si nosotros estamos orbitando alrededor del Sol, ¿no te viene a la cabeza el ejemplo de la mosca que vuela dentro de un tren en movimiento?
Además, otra de las curiosidades del Sol (y de algunos planetas gaseosos) es que gira sobre su eje a una velocidad diferente en su ecuador y en sus polos. Mientras que en su ecuador el Sol da una vuelta completa cada 25 días terrestres, en los polos gira completamente cada 35 días.
Cuándo y cómo morirá
Las enanas amarillas viven de media unos 10.000 millones de años y el Sol se formó hace unos 4.600 millones. Por lo tanto, podríamos pensar que está “a punto” de llegar a la mitad de su vida. No obstante, se calcula que le queda combustible para unos 7.500 millones de años más. Lo que ocurre es que dentro de 5.000 millones dejará de ser una enana amarilla para convertirse en una gigante roja.
Ahora el Sol se encuentra en lo que se conoce como “secuencia principal”, un estado en el que las estrellas pasan la mayor parte de su vida (los 10.000 millones de años), consumiendo hidrógeno y brillando (la fusión del hidrógeno que hemos explicado antes).
¿Qué ocurrirá cuando acaba la secuencia principal? Cuando el Sol haya agotado el hidrógeno y lo haya transformado en helio comenzará a expandirse y enfriarse, hasta convertirse en una gigante roja. Se estima que cuando esto ocurra, podría llegar incluso a alcanzar la órbita de la Tierra, donde ya se habrá extinguido toda forma de vida.
Al final, cuando se agote el helio del núcleo, el sol expulsará gran parte de su masa, que se convertirá en nebulosa planetaria, y solo quedará el núcleo, una enana blanca que cuando se enfríe completamente se convertirá en enana negra, fría e invisible, al no emitir luz. Hipotéticamente, claro está.
Viaje al Sol
A 5.500 grados de temperatura es imposible que nada se pose sobre la superficie solar. Si a esto le sumamos las diferentes radiaciones a las que estaríamos expuestos durante el trayecto, está claro que ningún humano puede viajar al Sol. Aún así, una sonda de la NASA ha conseguido rozarlo.
La sonda Solar Parker se encuentra en plena misión para acercarse a solo 6,2 millones de kilómetros de la superficie solar. Desde agosto de 2018, cada vez se acerca más y se espera que a finales de 2024 alcance su objetivo de casi tocar el Sol. De momento, en diciembre de 2021 consiguió que por primera vez nos adentrásemos a través de la atmósfera superior del astro, y la sonda permaneció allí durante cinco horas.
Equipada con un doble sistema de paneles solares, la Solar Parker ha alcanzado una velocidad punta de 700.000 km/h. Y ahí sigue. ¿Te imaginas de lo que es capaz la tecnología combinada con la energía solar? En 2024 lo sabremos.
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