Los edificios son una parte esencial de nuestra vida, pero también son responsables de gran cantidad de la energía que se consume en el mundo. El quid de la cuestión está en cómo hacer las casas más sostenibles. Son muchos los momentos que ocurren en el interior de una vivienda y el consumo de recursos es, en muchas ocasiones, alto y costoso.

La parte positiva es que las personas estamos cada vez más concienciadas con el medio ambiente. Además, las energías renovables son más aceptadas y accesibles que hace unos años. Así, las casas sostenibles van ganando protagonismo en nuestro día a día.

¿Qué son las viviendas sostenibles?

Las viviendas sostenibles pretenden minimizar su huella ambiental y ahorrar el máximo de recursos. Hay varios tipos, pero la mayoría de estas suelen estar construidas con algunos materiales reciclables o ecológicos y, energéticamente hablando, aprovechan los recursos del entorno. Aunque cada proyecto de vivienda sea diferente, es importante plantearse: ¿Qué debemos saber antes de construir una casa sostenible?

Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de construir una casa desde cero o de reformarla y que sea más sostenible es entender que la eficiencia energética tiene un papel trascendental.

Cuando se está creando el proyecto de vivienda, la construcción debe centrarse en que las paredes estén bien aisladas, para que no se consuma demasiada energía a la hora de calentar o enfriar la casa. También es vital que no se incluyan tóxicos en la composición de los materiales de construcción. En este sentido, para que una vivienda se pueda considerar respetuosa con el medio ambiente, dichos materiales no pueden ser costosos ni difíciles de obtener, ya que tampoco tendría sentido. Además, orientar la casa situando las ventanas estratégicamente en las caras donde haya más horas de sol, servirá para aprovechar mejor la luz y contribuir al ahorro energético durante el día.

¿Qué necesitan las casas sostenibles?

Construir tu casa teniendo en cuenta la sostenibilidad también implica llevar un estilo de vida más sostenible y saludable. Aquí explicamos algunos consejos sobre los recursos necesarios en el día a día de un hogar y cómo gestionarlos.

· Energía

La electricidad se puede obtener gracias a energías renovables como la solar. Si lo que buscamos es una alternativa de electricidad más barata y respetuosa con el medio ambiente, es imprescindible apostar por las instalaciones solares fotovoltaicas en casa.

Y es que la electricidad producida mediante los paneles solares proviene de una fuente de energía renovable e inagotable: el sol. España es uno de los países con más horas de sol anuales. Es por eso que debemos aprovechar la luz solar y las oportunidades que nos ofrece en nuestros hogares.

En este sentido, es una buena idea que la mayor parte de aparatos y electrodomésticos de la casa funcionen con electricidad, que se podrá obtener gracias a las placas solares. Así evitaremos, por ejemplo, usar gas natural. El gas es el combustible fósil con menor impacto ambiental, pero sigue siendo contaminante y no es renovable.

Un punto positivo es que las placas solares pueden ser instaladas en casi cualquier tipo de tejado y no emiten ningún ruido durante su funcionamiento. Incluso si se instalan baterías, se puede almacenar el exceso de electricidad que no se use en ese momento para más adelante.

· Agua

El agua de la lluvia puede almacenarse mediante canalizaciones o los llamados “techos verdes”. Esto significa que, cuando llueve, el agua se acumula y se guarda para su posterior uso cuando sea necesario. Igualmente, se puede dar un segundo uso a las aguas residuales. ¿Cómo? Instalando una pequeña planta de tratamiento de agua residual en casa, es decir, una depuradora que trate el agua con microorganismos y otros métodos naturales, no con productos químicos.

· Aire

Una casa con buena ventilación es beneficiosa para la salud. La calidad del aire dentro de los edificios es importante en cuanto a regulación de temperatura, humedad o contaminantes como el CO2.

Se puede instalar un sistema de aerotermia, que se usa especialmente para la climatización (aire acondicionado y calefacción) y para obtener agua caliente sanitaria. La aerotermia es considerada como una fuente de energía renovable y muy eficiente porque aprovecha la energía del aire exterior y la transfiere hacia el interior del hogar. Este proceso tiene un bajo coste, de hasta un 80% menos que una caldera de combustible fósil.

· Residuos

Otro factor a tener en cuenta en las casas sostenibles son los residuos. Con los residuos de alimentos se puede hacer compost. Este puede servir para adobar la tierra en caso de que se tenga jardín o una pequeña zona verde en casa. Con el compostaje se obtiene un abono orgánico de buena calidad sin la necesidad de utilizar fertilizantes químicos.

Asimismo, hay que considerar las compras que se hacen en el día a día. Es conveniente evitar comprar comida u otros productos con envases que no son reciclables o que no provienen de productos naturales. Comprar a granel es una buena opción para generar la menor cantidad de residuos posible, tanto de alimentos como de productos de higiene o limpieza del hogar.

Todos son claros ejemplo de cómo empezar a mejorar la sostenibilidad en nuestro hogar.

El futuro de la sostenibilidad en las viviendas

Está claro que las energías renovables van ganando terreno, aportando mayor autosuficiencia y ahorro energético a nuestros hogares. Además, el futuro de las casas sostenibles y ecológicas solo puede progresar porque ya hay normativas europeas que dirigen a la construcción hacia políticas de consumo casi nulo. Asimismo, se apuesta por los materiales de construcción de cercanía y no contaminantes.

Es recomendable que expertos hagan un estudio sobre las necesidades de cada vivienda antes de empezar con la instalación de energías renovables en casa.

En este vídeo de LaSexta os dejamos un ejemplo de la casa sostenible del futuro. O no tan futuro. Esta casa ya consume 100% energía verde y, además, vierte a la red eléctrica el excedente que produce. Un modelo en el que fijarnos para maximizar la eficiencia energética y minimizar los gastos en las casas sostenibles.