En la era de la energía renovable, nos hemos acostumbrado a ver placas solares en muchos tejados, campos y paisajes urbanos. Estas estructuras aparentemente simples albergan una tecnología sorprendentemente avanzada, capaz de capturar la energía del sol y convertirla en electricidad utilizable. Pero, ¿qué hay realmente detrás de estas placas solares? ¿De qué están hechas y cómo funcionan para producir energía solar?
Partes de una placa solar
Las placas solares, conocidas por su forma rectangular y su color oscuro, son estructuras que aprovechan la energía del sol para generar electricidad. Están compuestas por varias partes fundamentales que trabajan en conjunto.
En primer lugar, las células fotovoltaicas o celdas solares son los componentes básicos de una placa solar. Estas células están hechas de materiales semiconductores, como el silicio, que tienen la capacidad de convertir la luz solar en electricidad a través del efecto fotovoltaico.
La cubierta de vidrio es otra parte esencial de las placas solares. Está cubierta, generalmente hecha de vidrio templado o laminado, actúa como una barrera protectora que cubre y resguarda las células fotovoltaicas del medio ambiente. Además de proporcionar protección física contra la intemperie, la cubierta de vidrio está tratada para reducir los reflejos y maximizar la captación de luz solar. También se diseñan para ser antiadherentes, evitando que la suciedad y el polvo se acumulen en la superficie y reduzcan la eficiencia de la placa.
Junto con las células fotovoltaicas y la cubierta de vidrio, las placas solares también cuentan con un marco metálico que proporciona soporte estructural y protección adicional. Este marco asegura la durabilidad y estabilidad de la placa solar frente a condiciones climáticas adversas.
De qué están hechas las placas solares
El marco exterior de las placas solares se fabrica típicamente con aluminio, un material conocido por su resistencia a la corrosión y su ligereza. Este marco proporciona una estructura robusta que protege y sostiene los componentes internos de la placa.
El panel interior, donde se encuentra la magia de la conversión solar, consta de varios elementos esenciales. En primer lugar, la cubierta de vidrio templado, que suele tener un espesor de entre 3 y 4 milímetros, es crucial. Esta cubierta permite el paso de la luz solar mientras protege los componentes internos de la placa.
La cubierta posterior, generalmente fabricada con un tipo de PVC, proporciona una capa adicional de protección y aislamiento eléctrico para las células solares.
Las células solares son el corazón de la placa solar. Estas células, comúnmente fabricadas con materiales semiconductores como el silicio, son responsables de convertir la luz solar en electricidad a través del efecto fotovoltaico.
Una vez fabricadas las células solares, se conectan entre sí mediante una serie de hilos delgados, fijados por una lámina. Esta lámina se funde alrededor de las células, formando un conjunto cohesivo que se une al marco metálico, creando así el «sándwich» característico de la placa solar.
Finalmente, se añaden conexiones en la parte posterior de la placa para permitir su conexión a sistemas de almacenamiento o distribución de energía, completando así el proceso de fabricación de la placa solar.
No obstante, si todavía te pica la curiosidad, en este vídeo puedes ver cómo se fabrican los paneles solares REC con los que trabaja Engel Energy.
0 Comments