Durante el Día de la Energía, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26, se han dado a conocer importantes acuerdos destinados a alejar al mundo de los combustibles fósiles y dirigirnos hacia las energías renovables.

La Agencia Internacional de Energía ya advirtió que debemos detener la inversión en nuevas plantas de gas y minas de carbón, además de nuevos proyectos de gas y petróleo. ¿Por qué? El objetivo para no desestabilizar al planeta es que el calentamiento global no suba más de 1,5 grados, algo que parece imposible si seguimos como hasta ahora. Si no se limita el aumento de la temperatura, los efectos del calentamiento global serán “duraderos o irreversibles”.

Las emisiones netas globales de CO2 de origen humano deben disminuir en 2030 un 45% respecto a los niveles de 2010. Lo ideal es que sigan disminuyendo hasta alcanzar el «cero neto» en 2050. Para lograrlo, entre el 70% y el 85% de la energía producida debería provenir de fuentes renovables.

¿Qué pactos se han logrado en la COP26?

Uno de los acuerdos más importantes es el de reducir el uso de carbón en los planes energéticos de los países. Ya se han incluido más de 40 países a este compromiso. Este acuerdo compromete a los países a apostar por el impulso de las energías renovables y limpias.

Todavía son escasos los países que tienen grandes fuentes de energía cero emisiones. En Europa, por ejemplo, Francia es el que menos gases de efecto invernadero genera, aunque cuenta con el soporte de la energía nuclear. Países como Suecia, Noruega o Islandia son buenos ejemplos de cómo se puede sustentar un país con el uso de energías renovables en la mayor parte. Para lograr las cifras planteadas, debemos triplicar la inversión actual en energías renovables, según la Agencia Internacional de Energía. Sin embargo, aunque están trabajando en ello, una de las mayores dificultades es que los principales países consumidores y usuarios de carbón (China, EEUU, India y Australia) todavía no han firmado el acuerdo.

¿Por qué es necesario el cambio?

El clima mundial ya está cambiando y seguirá cambiando, con efectos devastadores. El cambio climático intensifica la posibilidad de eventos climáticos extremos y catastróficos y acontecimientos como las inundaciones o las olas de calor a las que nos enfrentamos cada verano, aumentarían cada vez más. Por el momento, ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1 grado, con condiciones meteorológicas extremas, crecientes niveles del mar y el deshielo marino en el Ártico.

¿Qué podemos hacer desde casa?

Aunque en la COP26 se hagan pactos a nivel estatal y mundial, hay varias cosas por las que podemos empezar el cambio individualmente. Usar más el transporte público o vehículos eléctricos, así como las bicicletas para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. En casa, podemos ahorrar energía desconectando aparatos y electrodomésticos que no están en uso. También es importante el uso de energías renovables como la solar. Con la instalación de placas solares fotovoltaicas contribuiremos a reducir nuestra huella ambiental y reduciremos hasta un 70% la factura de la luz.