Poner placas solares está a la orden del día y para nosotros ya es algo cotidiano, pero ¿sabes cuál es el origen de la energía solar? ¿Sabías que hace casi doscientos años que se descubrió el efecto fotovoltaico? ¿Y que una vez descubierto aún se tardaría más de un siglo en inventar las placas solares? Si quieres, también te contamos cómo funcionan y de qué están hechas, pero a continuación de lo que vamos a hablar es del origen de la energía solar fotovoltaica.
Hoy en día todos sabemos que la energía solar es una fuente de energía limpia, sostenible e inagotable. Se genera a partir de los rayos del sol, algo de lo que en general vamos sobrados en nuestro país, y cada vez se utiliza más para el autoconsumo fotovoltaico.
Los humanos llevan siglos aprovechando la radiación solar. Por ejemplo, los antiguos romanos ya utilizaban vidrio en sus ventanas para retener el calor y atrapar la luz del sol en sus edificios. Desde las técnicas más rudimentarias hasta los métodos actuales, el hombre ha utilizado la energía del sol para hacer su vida más confortable.
El origen de la energía solar fotovoltaica
El efecto fotovoltaico se descubrió en el año 1838 por el físico francés de apenas 19 años Alexandre Edmond Becquerel. No estaríamos hablando del origen de la energía solar si no fuera porque este físico experimentó con una pila electrolítica con electrodos de platino. Fue entonces cuando, sin pretenderlo, se percató que al exponerla al Sol subía la corriente eléctrica.

El siguiente paso en la evolución de la energía solar fotovoltaica se produjo gracias al ingeniero eléctrico inglés Willoughby Smith, quien en 1873 descubrió, de forma un poco accidental, que la electricidad viajaba a través del selenio solo cuando éste se encontraba expuesto a la luz del sol. Esto ocurrió mientras testeaba líneas de telégrafo submarinas.
Poco después, en 1877, William Grylls Adams y su alumno Richard Evans Day siguieron investigando el efecto fotoeléctrico en sólidos. Descubrieron que cuando exponían el selenio a la luz se generaba electricidad. Este fue el origen de la primera célula fotovoltaica de selenio.
Llegados a este punto, era de esperar que la primera placa solar de la historia no tardara en aparecer. Y así fue. En 1883, el inventor Charles Fritts desarrolló el primer prototipo de placa solar utilizando un panel metálico sobre el que extendió una capa de selenio y, a continuación, otra de oro. Con este prototipo consiguió generar una corriente eléctrica continua y constante: había creado la primera predecesora de las actuales placas fotovoltaicas.
Fue una época de gran esplendor científico y tecnológico. Tesla y Edison se enzarzaron en la guerra de las corrientes y la transición al siglo XX se produjo en plena efervescencia inventiva. No obstante, tras aquella primera célula fotovoltaica de selenio, hubo que esperar hasta 1953 para crear la primera basada en el silicio. Esto supuso una gran revolución, ya que la célula solar de silicio producía suficiente electricidad y era lo suficientemente eficiente para hacer funcionar dispositivos eléctricos.
Comercialización de las placas solares
En 1956 las placas solares fotovoltaicas ya se comercializaban, pero tenían un precio que casi nadie podía asumir. Tuvo que pasar más de una década para que los precios se desplomaran un 80%.
En principio las placas solares prácticamente solo se utilizaban para fabricar satélites de Estados Unidos y de la Unión Soviética. El uso de la energía solar no tuvo mucho éxito en el ámbito doméstico debido a que ya existían los combustibles fósiles. El bajo coste del carbón, el petróleo y, en general, las energías no renovables hicieron que no se explotasen lo suficiente las células fotovoltaicas.
Fue en la década de los 70 cuando, tras una subida en el precio de los combustibles, se empezó a popularizar el uso de la energía solar, tanto térmica como fotovoltaica. Los hogares empezaron a ver en el Sol una fuente de energía para climatizar, calentar agua o generar electricidad.
¿Por qué se ha popularizado la energía solar?
Desde entonces, el precio de las placas solares fotovoltaicas ha ido disminuyendo. Especialmente desde que en 2018 se aprobó la ley que reconocía y favorecía el autoconsumo de energía eléctrica renovable. A partir de ese punto de inflexión, se facilitaron los trámites para tener una instalación fotovoltaica y se aprobó la compensación de excedentes que permite aumentar el ahorro y amortizar la instalación más rápidamente.
Hoy en día, si miramos el precio de una instalación de placas solares vemos que en general resulta muy rentable. Se trata de inversiones económicamente más accesibles que suponen hasta un 70% de ahorro en la factura de luz. Este ahorro hace que se amorticen en un plazo de 5 a 7 años y que las viviendas con placas solares se revaloricen.
Por otro lado, la sociedad también se ha transformado. El siglo XXI ha venido marcado por una creciente consciencia ambiental de la sociedad. Con el cambio de milenio le vimos las orejas al lobo, y cada vez adoptamos más medidas a nivel individual contra las causas del calentamiento glogal.
Si tú también quieres disfrutar ya de la energía del presente, es muy sencillo calcular cuánto puedes ahorrar en tu factura de la luz y sacar el máximo partido de la energía solar.
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